El viaje siempre será solitario.
La vida es un constante desapego. Si lo observas profundamente, te puedes dar cuenta qué desde que nacemos necesitamos cosas.Que nos alimenten, que nos cuiden, que nos arropen, y bajo esa perspectiva nos desarrollamos durante la vida, creyendo que necesitamos algo todo el tiempo y no. Sin embargo, la verdad es que al crecer, se van integrando cosas a la percepción del "yo", y nos identificamos con esas cosas, "esta es mi casa", "mi trabajo", "mi familia", "mi partido político", "mi religión", "mis hijos", "mi pareja". A todo eso que nos compone, le damos el valor de creerlo como una extensión de lo que somos y cuando alguna de esas visiones cambia, se modifica o desaparece, sufrimos. Recién ahí nos damos cuenta que nada era realmente "nuestro".
Por ejemplo, si haces de la compañía humana algo muy importante en tu vida, difícilmente tengas espacio para descubrir tu verdadero ser. Y eso sí es tuyo, porque a donde a sea que vayas, estarás contigo.
Tu relación más confiable y verdadera, es tu relación interna. Es por eso, que en ocasiones la vida nos da la oportunidad de estar en soledad y experimentar la vida desde ese ángulo, el más verdadero y genuino, porque seamos honestos, todas las personas no son compañía, hay "compañías" que te hacen sentir soledad igual. Siendo así, podemos ver que pasa más por un estado interno, que por ver si hay alguien afuera o no.
En el desapego ves como la vida fluye en ti, nada es tuyo y tú solo eres una pieza de todo lo demás, pero al mismo tiempo, eres todo lo demás.
La materia prima de la vida, la energía, ya soporta las necesidades físicas, emocionales, mentales y espirituales, ahora falta que se abra la puerta del auto conocimiento interno. Confía en ti, en tu interior, reconoce éste momento y extrae todo lo que viene a enseñarte, es la vida misma ocurriendo.
La entrega total ante la existencia, el soltar y fluir, es lo que te permite fundirte en lo eterno✨.
Desapegate, el universo no te quita cosas, te libera de cosas, paciencia🍃🌌.